Claro, para astrónomos y estudiosos de los fenómenos que están sobre nuestras cabezas todo tiene explicación: se trata de un halo solar, fenómeno muy parecido al del arco iris, que se dá cuando nubes a gran altura generan esa refracción que imita a un prisma y descompone la luz en los colores primarios.
Los halos tienen habitualmente un radio de aproximadamente 22 grados y presentan en el borde interior una coloración rojiza.
Los cirrostatos -asi se llaman las nubes a gran altura, cercana a los siete mil metros - tienen pequeños cristales en suspensión, e indican cambios en el tiempo.
Todo muy lindo, pero esta noche, el asado va con techo.
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